/ lunes 14 de junio de 2021

Todos perdieron en la elección del domingo

ALTO PODER

Las elecciones del domingo pasado concluyeron como se realizan las mejores fiestas de pueblo. Cada casa le rezó a su santo, lo celebró y tuvo su propio borracho que intentó acabar con el evento.

¿Por qué digo eso? Pues porque en los 15 estados donde se eligió gobernador, por unas horas todos los candidatos se dijeron ganadores, celebraron sin importar que el Programa de Resultados Preliminares apenas llevara el 0.01% de las actas computadas. Se sintieron los santos patronos. Absolutamente todos los aspirantes a gobernador cuestionaron los resultados y se erigieron como “virtuales ganadores”, le “aguaron” la fiesta a quienes realmente fueron electos por el pueblo, lo que generó gran desconcierto.

¿Acaso es tan complicado entender que en la democracia se gana o se pierde por un voto? Además, las nuevas leyes electorales ya garantizan que si la diferencia entre uno y otro candidato es menor al 1% o si los votos nulos son más que la diferencia entre el primero y segundo lugar, se debe realizar el recuento voto por voto.

También debe mencionarse que hubo algunos Institutos Electorales y de Participación Ciudadana estatales que se condujeron con demasiada opacidad, sembraron la semilla de la desconfianza. Tal caso ocurrió en Guerrero donde, en primer lugar, un día antes de la jornada no podían resolver los problemas que presentó el PREP, cuya plataforma diseñaron especialistas del IPN, pero no fue compatible con el sistema del organismo electoral estatal, por lo que se puso en duda que el pueblo pudiera conocer los resultados preliminares.

Con demora y varias fallas, el PREP estuvo listo en tiempo, pero no en forma. Incluso cerró con el 38.44% de las actas computadas, lo que dio como resultado el triunfo de la candidata (¿o cantante?) Evelyn Salgado de Morena. Con todo y que faltaba un tercio de los votos, ella festejó “su triunfo” que ahora será impugnado. Esa falla generó una ola de incertidumbre. Incluso, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien ha sido duramente cuestionado por no publicar las encuestas que definieron a sus candidatos, exigió la renuncia de Nazarín Vargas, consejero presidente del IEPC estatal, pues considera que no tiene la calidad moral para encabezar el Instituto.

Lo ocurrido en Campeche es un caso que debe causar vergüenza, porque Layda Sansores, candidata del PT-Morena, ganó con una diferencia de 1.67% sobre el segundo lugar, Eliseo Fernández de Movimiento Ciudadano. Sin lugar a duda, será la nueva gobernadora porque así lo quiso la ciudadanía, que decidió acabar con el dominio priísta…

Sobre lo ocurrido en la elección de diputados, Gustavo Madero, exdirigente panista, tuvo una agudeza especial, que escribió en un diario de Chihuahua, su estado natal: “Aunque nos duela reconocerlo, Morena y sus aliados seguirán aprobando el presupuesto, todas las iniciativas y cambios legales que quieran, con sus propios votos (igual que ahora); y podrán modificar la Constitución y los nombramientos si convencen a unos cuantos legisladores del PRI o MC (igual que ahora)”.

Es cierto que ahora el presidente López Obrador buscará reconquistar a los priístas, pues reconoce en ellos a políticos ansiosos de regresar al poder para volver a instaurar la “dictadura perfecta” que operó en el país durante más de 70 años. El desprestigio de la política, continuará, lamentablemente al menos otros tres años.


ALTO PODER

Las elecciones del domingo pasado concluyeron como se realizan las mejores fiestas de pueblo. Cada casa le rezó a su santo, lo celebró y tuvo su propio borracho que intentó acabar con el evento.

¿Por qué digo eso? Pues porque en los 15 estados donde se eligió gobernador, por unas horas todos los candidatos se dijeron ganadores, celebraron sin importar que el Programa de Resultados Preliminares apenas llevara el 0.01% de las actas computadas. Se sintieron los santos patronos. Absolutamente todos los aspirantes a gobernador cuestionaron los resultados y se erigieron como “virtuales ganadores”, le “aguaron” la fiesta a quienes realmente fueron electos por el pueblo, lo que generó gran desconcierto.

¿Acaso es tan complicado entender que en la democracia se gana o se pierde por un voto? Además, las nuevas leyes electorales ya garantizan que si la diferencia entre uno y otro candidato es menor al 1% o si los votos nulos son más que la diferencia entre el primero y segundo lugar, se debe realizar el recuento voto por voto.

También debe mencionarse que hubo algunos Institutos Electorales y de Participación Ciudadana estatales que se condujeron con demasiada opacidad, sembraron la semilla de la desconfianza. Tal caso ocurrió en Guerrero donde, en primer lugar, un día antes de la jornada no podían resolver los problemas que presentó el PREP, cuya plataforma diseñaron especialistas del IPN, pero no fue compatible con el sistema del organismo electoral estatal, por lo que se puso en duda que el pueblo pudiera conocer los resultados preliminares.

Con demora y varias fallas, el PREP estuvo listo en tiempo, pero no en forma. Incluso cerró con el 38.44% de las actas computadas, lo que dio como resultado el triunfo de la candidata (¿o cantante?) Evelyn Salgado de Morena. Con todo y que faltaba un tercio de los votos, ella festejó “su triunfo” que ahora será impugnado. Esa falla generó una ola de incertidumbre. Incluso, el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado, quien ha sido duramente cuestionado por no publicar las encuestas que definieron a sus candidatos, exigió la renuncia de Nazarín Vargas, consejero presidente del IEPC estatal, pues considera que no tiene la calidad moral para encabezar el Instituto.

Lo ocurrido en Campeche es un caso que debe causar vergüenza, porque Layda Sansores, candidata del PT-Morena, ganó con una diferencia de 1.67% sobre el segundo lugar, Eliseo Fernández de Movimiento Ciudadano. Sin lugar a duda, será la nueva gobernadora porque así lo quiso la ciudadanía, que decidió acabar con el dominio priísta…

Sobre lo ocurrido en la elección de diputados, Gustavo Madero, exdirigente panista, tuvo una agudeza especial, que escribió en un diario de Chihuahua, su estado natal: “Aunque nos duela reconocerlo, Morena y sus aliados seguirán aprobando el presupuesto, todas las iniciativas y cambios legales que quieran, con sus propios votos (igual que ahora); y podrán modificar la Constitución y los nombramientos si convencen a unos cuantos legisladores del PRI o MC (igual que ahora)”.

Es cierto que ahora el presidente López Obrador buscará reconquistar a los priístas, pues reconoce en ellos a políticos ansiosos de regresar al poder para volver a instaurar la “dictadura perfecta” que operó en el país durante más de 70 años. El desprestigio de la política, continuará, lamentablemente al menos otros tres años.