QUO VADIS
Amo los animales, sobre todo mis perrihijos (un rottweiler y un schnauzer) que son nobleza, protecciòn y compañía, sin comparación en mis más recientes años, por eso me dolió --y mucho-- la forma en que ocho personas de una vivienda en Tlalnepantla, Estado de México, sacrificaban a su perro a golpes, tablazos y una pesada roca…
El video grabado por una vecina que reclamaba la crueldad dejó entrever que el perro sacrificado estuvo siempre amarrado y maltratado, lo que supone -de entrada- que esas fueron las causas de la agresividad del pobre animal y por el estilo hay muchos casos aquí, allá y acullá que exhiben a infinidad de personas que con violencia imperdonable tratan a sus mascotas que, vista desde otro perfil, también documenta la proclividad de algunos servidores públicos para tolerar o subestimar esa brutalidad como ocurrió recientemente con el envenenamiento de perros en domicilios del fraccionamiento Santa Mónica, delito impune por decisión autócrata de la fiscalía regional y otros casos de maltrato hasta la muerte de mascotas en Mexicali y Baja California.
En fin, el caso es que el maltrato y abandono de mascotas llevó hace tiempo a la sociedad y gobierno mexicalenses a tomar conciencia de las condiciones impropias en que se encuentra el Centro Municipal de Control Animal (CEMCA) y por ello, en enero pasado, la entonces alcaldesa Marina del Pilar (ahora gobernadora electa) impulsó la construcción de un santuario o albergue nombrado “Mily”…
El proyecto, ha informado la ingeniero Georgina Wilhelmy Woolfolk, directora de Obras Públicas en Mexicali, está en la etapa final para conocer a detalle costo y operatividad, por lo que en esta semana se reunieron integrantes de la Comisión de Obras del Cabildo mexicalense para darle darle visto bueno a esta obra que una vez consolidada tendrá una alta dosis de sentido humano. Enhorabuena por eso, porque independientemente de las necesidades que como sociedad requerimos, siempre será positivo que gobernantes y gobernados privilegien el trato digno a los animales, al medio ambiente, a lo que nos beneficia como sociedad y con ello dar pasos hacia una mejor calidad de vida individual y comunitaria.
Se espera entonces que con este santuario se transforme la vida de animalitos indefensos, duramente castigados por gente que debe ser llamada a cuentas y con ello comenzar en Mexicali un cambio que quizá pueda extenderse hacia el resto del estado con el estilo de quien encabezará el próximo gobierno estatal, repito, con sensibilidad y consideración del trato que merecen los animales y estar los mexicalenses en posibilidad real de ser pioneros en el rescate de sentenciados a una vida de crueldad y muerte. Con eso, al menos en lo personal, creo que es lo mejor que podemos hacer como lo que presumimos ser: humanos. ¿O no?