Allá por el año 2000 se enterró en el Centro Cívico y Comercial de Mexicali una llamada “Cápsula del tiempo”, dando a entender que aquel tiempo histórico quedaría guardado por 100 años antes de ser apreciado por los futuros habitantes de nuestra ciudad solar.
Al cambiar de rumbo, los tiempos político electorales, las mudanzas y reacomodos partidarios hicieron su trabajo. La competencia democrática y los altibajos en las preferencias electorales alteraron el panorama sociopolítico de nuestra región cachanilla.
Sin embargo, lo enterrado quedó n espera paciente de los arqueólogos y antropólogos postdoctorados que estudiaran aquella reliquia de un tiempo político añejo. Más allá de la curiosidad arqueológica, el enterramiento podría brindar algunas sorpresas acerca de la diversidad cultural al estilo Mexi Cali.
1. Cien años de desarrollo industrial. En un ejercicio de futurismo antropológico se vislumbró que los cachanillas del futuro -al destapar los objetos encapsulados- ya habitaban una ciudad capital enteramente tecnológica, donde los más sofisticados procesos productivos se realizaban completamente integrados al primer mundo.
En un documento de aquella época se leía: “Podríamos ser una comunidad manufacturera donde las mentes más brillantes de EUA, China, Japón, India y Europa ya tuvieran subsidiarias mexicalenses enteramente operadas por talento local…¨.
2. De Mexicalitlan de las Maquiladoras al Mexicali de la alta tecnología aeroespacial. Aquella pretensión de ingresar a las ligas mayores de la tecnología ya estaría plenamente justificada por las noticias del momento… “Año 2100 en el cercano planeta MARTE ya se encuentra en operación una estación orbital con tableros electrónicos enteramente ensamblados en Mexicali. Las máquinas robóticas lograron transformar las altas temperaturas solares presentes en la región en fuerza cinética capaz de darle poder a las plantas donde laboran mujeres cachanillas…”,
Al iniciar el acondicionamiento climático del planeta MARTE, empresarios mexicalenses aportaron sus experiencias agrícolas para desarrollar cultivos en ambientes especiales.
3. La industria gourmet mexicalense ya llegó a la expansión planetaria. Con la apertura de las fronteras cósmicas para Mexicali se abrieron enormes expectativas de progreso productivo. En los viajes espaciales se comprobó que los tacos de machaca sonorense en tortillas de harina eran alimento óptimo para los astronautas, además en el laboratorio biológico instalado en el planeta MARTE ya se trabaja con especies vegetales y animales provenientes de los valles y desiertos de lo que fue el Río Colorado.
Mexicali en el año 2100 ya vive plenamente dentro de una economía planetaria, la nostalgia era enriquecedora.
