La economía de EUA necesita a la fuerza laboral ofrecida por los trabajadores indocumentados, quienes realizan tareas fundamentales para el Imperio del Dólar.
Los migrantes indocumentados son en su mayoría hombres y mujeres empleados en los campos agrícolas o en la economía de servicios: Predomina la agricultura comercial a larga escala por ser la generadora de alimentos de consumo masivo. No se puede concebir esta economía primaria sin los brazos y la energía creativa de los jornaleros agrícolas “indocumentados” contratados regularmente por poderosas empresas agroindustriales.
Estados del Sur como California, Arizona, Nuevo México, Texas y Florida sostienen a sus empresas agrícolas mediante la fuerza laboral de los migrantes indocumentados provenientes de Latinoamérica. Estas empresas acuden a México, Guatemala, Honduras, Nicaragua, El Salvador, para contratar a jornaleros agrícolas y llevarlos de manera ilegal hasta sus campos de cultivo, a sus empaques y plantas procesadoras de alimentos.
La propuesta demagógica de Trump de deportar a millones de migrantes indocumentados representa una amenaza real a la economía de EUA. Sin estos trabajadores se cortaría el abasto de alimentos para las familias norteamericanas. Los jornaleros agrícolas provenientes de la migración indocumentada abastecen a las cocinas y mesas de hogares, restaurantes, hoteles y casinos de la Unión Americana.
Otro tipo de empleos de bajo nivel de especialización, como los servicios públicos de comunidades urbanas, lo realizan personas con una situación migratoria irregular. Lo mismo para hoteles, casinos y restaurantes, la fuerza laboral principal proviene de mujeres y hombres que realizan duras jornadas en beneficio del gran Imperio Yankee. Qué decir del segmento de “nanis” cuidadoras de niños, en donde laboran no solo mujeres mexicanas, además de haitianas, ucranianas, chinas, africanas, hindúes.
Ciudades como San José o Los Ángeles, Ca. y Las Vegas en Nevada, solo para citar ejemplos evidentes, no podrían subsistir sin la enorme fuerza laboral de los migrantes indocumentados llamados “ilegal aliens”.
Viajar hacia la frontera norte de México y de ahí hacia EUA sigue siendo una alternativa válida para miles de personas pertenecientes a países cuyas economías en bancarrota no le brindan opciones laborales ni posibilidades de desarrollar vidas comunitarias pacíficas y productivas, por lo cual buscan llegar al gran coloso del norte para integrarse a la economía más poderosa del mundo.
Levantar cosechas de frutas y verduras, limpiar cuartos de hoteles, preparar comidas y lavar platos en cocinas de hoteles y casinos; atender jardines de mansiones, construir viviendas y edificios. Ahí están los indocumentados.