A partir de la elección presidencial del 5 de noviembre, una nueva generación de políticos llegará a la Casa Blanca; la candidata del Partido Demócrata se perfila cada día de mejor manera para convertirse en la próxima Presidenta de EUA.
Con los indicadores económicos más recientes, se registra una inflación con marcada tendencia a la baja. En materia de seguridad interior tenemos que la inmigración indocumentada hacia el Imperio del Dólar ya se logró contener; con el apoyo del Gobierno de México y de varios países centroamericanos las caravanas de la pobreza disminuyeron. La opción de tramitar los asuntos migratorios no solo en los puertos fronterizos, sino además acudiendo a las zonas de tránsito, ha mostrado signos alentadores, además los montos de recursos anunciados con destino a las economías de países en situación de crisis ha contribuido a favor de la contención de las caravanas de migrantes.
Con estos datos positivos es evidente la energía, alegría y esperanza que demuestran los seguidores de la candidata Kamala Harris. Basta revisar algunas declaraciones del candidato republicano Trump, como la que se aventó en el debate presidencial: “Ellos (los inmigrantes indocumentados) se están comiendo a los perros, esa gente se está comiendo a los gatos, ellos se están comiendo a las mascotas de la gente…”. Al hacer referencia a una supuesta denuncia originada en Springfield, Ohio, Trump hizo evidente la retórica racista y denigrante con que enardece a sus seguidores. Al tratarse de una falsedad escandalosa, fueron las propias autoridades locales de esa ciudad las que denunciaron el desacierto.
Regresando al debate presidencial observado por 67 millones de norteamericanos, resultó evidente el triunfo de Harris. En el rostro de Kamala era obvia la ironía de ella al tener a su lado a un contrincante irrisorio, digno de burla, de pena ajena.
El reiterado tema de la inmigración indocumentada, en el cual Trump se empeña en machacar con su retórica agresiva, lo vemos continuar en su empeño: “Los migrantes son criminales y debemos realizar deportaciones masivas…”.
Este argumento de Trump resulta ser una falacia, pues los delitos criminales registrados en EUA son cometidos mayormente por nativos americanos. Por su parte, los migrantes legales o ilegales tienen un bajo índice en relación a los delitos criminales.
También es sabido que los migrantes en EUA fortalecen a la economía norteamericana realizando una diversidad de trabajos en todos los sectores productivos.
Kamala representa un nuevo camino hacia el futuro.