Al arribar a su tercer año de gobierno, la mexicalense Marina del Pilar tiene motivos de sobra para mostrar los resultados de su trabajo como titular del Poder Ejecutivo estatal.
Para empezar, debemos reconocer su dinámico ascenso en los quehaceres de la política regional, lo que la llevó a las grandes ligas de la administración pública gubernamental y, en ese terreno, a la posibilidad de coordinar los esfuerzos de su administración por impulsar en BC la Prosperidad Compartida.
Al tomar la acertada decisión de sumarse al Movimiento de Regeneración Nacional, cuyo líder Andrés Manuel López Obrador le abre las puertas para representar a un sector juvenil con deseos de protagonizar el relevo de la clase política tradicional, la que por décadas se mantuvo vigente.
Después de una primera incursión electoral, Marina logra convertirse en diputada federal. De ahí su siguiente reto fue su postulación como candidata a la Alcaldía de Mexicali, cargo que obtiene dejando en la lona a los representantes del PRI y del PAN.
Marina del Pilar como alcaldesa de Mexicali empieza por mostrar sus aptitudes para la gestión de recursos y obras benéficas para nuestro Municipio Solar: En primer lugar la remodelación integral del cruce fronterizo Mexicali•Calexico, financiada por el gobierno federal y ejecutada por el Ejército Mexicano.
Al retomar el proyecto de regeneración urbana del Centro Histórico de Mexicali, se avanzó del pasaje Mexicali Rose hacia el hoy Barrio Mágico de La Chinesca. El éxito de estas dos intervenciones urbanas es evidente y podemos esperar que el rescate patrimonial del Centro Histórico muy pronto logre la modernización de la histórica calle Agustín Melgar, así como un reordenamiento del antiguo mercado de abastos Braulio Maldonado.
Dos proyectos que por muchos años se han contemplado son la construcción de una central de taxis y camiones urbanos que incluya a la línea de autobuses que van al valle, también hablamos de la reubicación de las vías del tren de carga propiedad de la empresa Kansas City Southern.
A tres años del gobierno de Marina del Pilar, somos testigos de su disposición para entrarle a los problemas sociales que por muchos años de negligencia se fueron acumulando en Baja California. En el cruce fronterizo de Tijuana ya se trabaja en una enorme planta de tratamiento de aguas residuales que ocasionan un grave problema de contaminación binacional. En Mexicali ya se atienden los cuerpos lagunares México, Xochimilco y Campestre.