CONTRASENTIDO
La decisión del regreso a clases está muy firme, por lo que nada y ningún evento de los próximos días harán que se dé reversa a la medida. Entonces, sería muy estéril tratar de fundamentar alguna opinión al respecto. Sin embargo, el tema tiene grandes implicaciones que sí merecen el análisis a conciencia por lo que pudiera pasar.
Los medios de comunicación y la maquinaria del Estado velan armas para la guerra de cifras por el regreso a clases. Así que seremos testigos de una anunciada batalla que buscará posicionar en la opinión pública el juicio de ser un acierto o error por la medida. Aunque también existe la posibilidad de que la opinión pública sea dirigida a otro tema que emerja en los próximos días, como la captura y encierro de algún pez gordo u otro video escándalo.
Existe la promesa de que tendremos recuperación económica este año. Las predicciones decían que con el avance en la vacunación se recuperaría la confianza del mercado para que saliera a gastar y, con ello, reactivar los negocios. Pero ante el incremento de contagios por las variantes del virus ha complicado esa parte y ahora es turno del regreso a clases para que sea un revulsivo económico que haga despegar las ventas por su gran movilidad e impacto en el comercio.
Los padres de familia ahora tienen una mayor certeza para realizar compras de útiles, ropa, calzado, etc... Aunque el arranque de las clases será opcional, gradual y progresivo, ya impacta a la planeación de los tiempos y organización de cada familia en el cuidado de los hijos. La mayoría de los padres de familia serán muy cautelosos con el regreso a clases, así que seguramente conforme pasen los días serán más o menos la cantidad de alumnos en las aulas según se comporte la pandemia.
Lo ideal sería tener mayor certeza del tema, pero parece ser que el tema de la reactivación económica impera en el mundo actual.
Las clases virtuales eran el último recordatorio de que vivimos en tiempo de pandemia, así que si se logra pasar esta prueba, seguramente iniciará el fin de la pandemia. La moneda sigue en el aire, todo puede pasar, pero esperemos que pase lo mejor y que por fin superemos este trago tan amargo.
