En 2025 se cumplirán 10 años que el sector agropecuario de México ha sido abandonado por la Federación, particularmente la llamada agricultura comercial, que se produce en la zona centro y norte del país.
Como ya lo hemos escrito en repetidas ocasiones, los más afectados de este abandono gubernamental han sido los productores de trigo, maíz y frijol, lo que ha provocado que nuestro país esté entre los principales importadores de granos básicos.
Agricultores y ganaderos empeñaron su confianza en la nueva administración encabezada por Claudia Sheinbaum. Sin embargo, apenas el pasado viernes esas esperanzas se esfumaron al percatarse que la Secretaría de Hacienda contempla una reducción al presupuesto para el campo en 2025.
El proyecto de presupuesto de egresos destinó para la Secretaría de Agricultura 73 mil 616 millones de pesos para 2025, lo que representa una disminución de 4.7% respecto a los 77 mil 260 millones de pesos en este año, lo que equivale a una reducción de 3 mil 644 millones de pesos menos.
Hacienda asegura que la Secretaría de Agricultura continuará operando programas como Producción para el Bienestar, que entregará apoyos directos a pequeños productores de granos, cacao y miel.
El programa de fertilizantes buscará incrementar la producción de cultivos básicos como maíz y frijol. También el programa Precios de Garantía se mantendrá, cuyo objetivo es mejorar los ingresos de 90 mil pequeños productores de maíz, frijol, arroz y leche, mediante la compra de su producción a precios justos.
El presupuesto también incluye recursos para el Programa de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria, enfocado en prevenir y combatir plagas y enfermedades que afectan la producción de alimentos.
Como ya se había adelantado semanas atrás, el presupuesto contempla ajustes institucionales, como es la fusión de Segalmex y Diconsa para formar el organismo Alimentación para el Bienestar. También se creará la Productora de Semillas del Bienestar, que proveerá semillas de calidad a productores de frijol y arroz. Por su parte, Diconsa operará 25 mil tiendas comunitarias que garantizarán el abasto de productos básicos, mientras que Liconsa distribuirá leche fortificada a 6.5 millones de personas en situación de pobreza.
Sin embargo, en el presupuesto federal para 2025 no se contemplan apoyos a la comercialización de maíz blanco y trigo cristalino, lo que ha traído como consecuencia que en las regiones donde tradicionalmente se han producido estos dos cereales, la producción baje de manera alarmante, lo que ha provocado que millones de hectáreas queden en el abandono.
El presupuesto solicitado será revisado y debatido por la Cámara de Diputados en las próximas semanas.