La crisis hídrica en México es severa y representa una verdadera paradoja, ya que si bien es cierto en los últimos meses se han registrado lluvias torrenciales, persiste la sequía en amplias zonas del país.
El sur-sureste mexicano ha recibido en los últimos meses grandes volúmenes de agua por las torrenciales lluvias y ciclones que se han registrado. En contraparte, los estados del norte sufren la peor sequía que se tenga registro. Los estados más afectados son Baja California, Baja California Sur, Sonora y Chihuahua.
Cabe señalar que la crisis por la falta de agua en esta ocasión no es sólo culpa de la naturaleza, sino también por una inadecuada planeación que no considera -por ejemplo- almacenar agua de lluvia, modificar patrones de consumo para tener un uso racional o contar con políticas públicas eficientes.
En el caso de Baja California, la única fuente segura de agua es el Río Colorado. Sin embargo, en los últimos años se han aplicado recortes en las entregas de agua por acuerdo de Estados Unidos y México a través de la Comisión Internacional de Límites y Aguas, a consecuencia de que en los últimos 25 años se ha registrado en esta región una mega sequía.
Las medidas emergentes para evitar mayores estragos por la falta de agua se han tomado en ambos lados de la frontera. Apenas en agosto pasado el Departamento del Interior de Estados Unidos anunció la disponibilidad de agua para el año siguiente de forma que las ciudades, los agricultores y otros sectores puedan elaborar planes. Las autoridades se basan en los niveles de agua del lago Mead -uno de los dos principales embalses del río-, los cuales son indicadores de su caudal.
Basándose en esos niveles, Arizona perderá de nuevo el 18% de la cantidad de agua del Río Colorado que se le asigna, mientras la cantidad asignada a México se reducirá 5%.
Baja California es una zona semidesértica, por lo que históricamente las lluvias han sido escasas. Sin embargo, en los últimos 25 años las precipitaciones pluviales han brillado por su ausencia, por lo que la escasez del vital líquido se ha convertido en una verdadera crisis, principalmente en zonas como Ensenada, Rosarito, Tijuana y Tecate.
En el caso del municipio de Mexicali, es el único que tiene segura la dotación de agua por el Río Colorado, particularmente para el consumo humano, pero la actividad agrícola se ha visto afectada por la falta de agua, entre otras cosas. Por si esto fuera poco, a partir de este año se aplica un programa de ahorro de agua acordado entre México y Estados Unidos denominado “descanso de tierras”. En tres años se pretende ahorrar volúmenes por 863.4 millones de metros cúbicos. Lo más grave de la situación es que de acuerdo a los investigadores y las autoridades de los dos países, no se sabe por cuántos años más se prolongará la sequía que afecta a la zona. La crisis del agua es real.