/ martes 5 de noviembre de 2024

Entre Teclas / La canasta está muy alta

La alimentación de los mexicanos se basa fundamentalmente en el maíz, trigo y frijol. Sin embargo, la producción nacional de estos granos básicos es insuficiente para satisfacer la demanda de los mexicanos, por lo que se debe recurrir a su importación.

Entre enero y abril de 2024, México compró al extranjero 16 millones 500 mil toneladas de granos y oleaginosas, una cifra sin precedente para un periodo similar desde que existen registros y 20% mayor respecto a las 13 millones 700 mil toneladas reportadas en el mismo lapso del año pasado, según datos de la Agencia Nacional de Aduanas de México, recopiladas por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.

Archivo / La Voz de la Frontera

La mayor adquisición del país para cubrir la demanda de la población se da en un momento de baja producción nacional, sobre todo en granos indispensables para las familias mexicanas como el maíz y el frijol, cuyas cosechas se han visto mermadas por diferentes circunstancias. Según datos oficiales durante el primer tercio del año, México importó principalmente a Estados Unidos 8 millones 300 mil toneladas de maíz, en su mayoría amarillo y transgénico, lo que implicó un aumento de 22% frente a las 6 millones 800 mil toneladas adquiridas en igual lapso de 2023.

En el caso del frijol, otro alimento clave en la dieta de los mexicanos, los números son más alarmantes, pues entre enero y abril el país ha importado 163 mil toneladas, lo que implica un récord histórico y un incremento de 169% en comparación con las 60 mil toneladas que se compraron en igual periodo de 2023.Las importaciones de frijol han crecido de manera importante, dado que en los primeros cuatro meses de 2022 el país apenas compró 18 mil toneladas, ya que históricamente ha sido prácticamente autosuficiente en este grano.

Lo más preocupante del caso es que en los próximos años las importaciones de granos básicos podrían ir en ascenso, ya que la producción del conjunto de granos básicos disminuirá de 40.4 millones a 37.6 millones de toneladas, lo más bajo desde 2015 cuando fueron 37.5 millones de toneladas. Esto llevará a importar 43 millones de toneladas, compras récord. Se importará más de lo que produciremos. Esto vuelve a México, después de China, el segundo comprador más grande de granos y oleaginosas.

El retroceso que México ha tenido en la producción de granos básicos, se debe fundamentalmente a que los últimos gobiernos cambiaron las políticas agrícolas y destruyeron las instituciones y servicios públicos que apoyaban la agricultura. La autosuficiencia alimentaria como objetivo se transformó en seguridad alimentaria, que consiste en tener recursos para comprar comida en la aldea global, sin importar que el país la produzca.

Luego entonces el reto que tiene México para lograr la autosuficiencia alimentaria es grande, ya que es indispensable que las autoridades, junto con el sector productivo, establezcan estrategias que busquen recuperar la producción de básicos a mediano y largo plazo.

Recientemente, el nuevo secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, hizo un llamado al sector privado a sumar esfuerzos para lograr la soberanía alimentaria. Ahora falta conocer la estrategia y esperar los resultados. “La canasta” está muy alta.

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