El valle de Mexicali tiene más de 100 años con intensa actividad agropecuaria, en un principio solo con la producción de algodón. Sin embargo, a partir de la década de los años 60´s la cédula de cultivos se amplió al trigo, las hortalizas y posteriormente a los forrajes, especialmente la alfalfa.
A lo largo de todas estas décadas, los agricultores han enfrentado y batallado con todo tipo de dificultades, desde la salinidad a finales de los 60´s y principios de los 70´s, así como las plagas y enfermedades que han atacado al trigo y algodón, además de desastres naturales como la tormenta “Nora” a finales de los 90´s y el sismo del 4 de abril de 2010.
Un problema al que siempre se han enfrentado los agricultores es el tema de los precios del trigo, ya que año con año deben negociar un precio con los industriales con la intervención de las autoridades.
La agricultura y ganadería son actividades de alto riesgo, ya que en cualquier momento puede ocurrir cualquier cosa que ponga en peligro la cosecha o la producción de carne y leche. Sin embargo, las mujeres y los hombres del campo siempre estarán dispuestos a correr el riesgo.
Pero en los últimos años las circunstancias han cambiado, ya que aun cuando los problemas prácticamente siguen siendo los mismos, los agricultores deben enfrentarse a un problema que nunca antes habían tenido: El abandono por parte de las autoridades, tanto federales como estatales.
La pasada administración encabezada por Andrés Manuel López Obrador se encargó de desmantelar todos los programas y organismos encargados de apoyar a los agricultores, especialmente a quienes se dedican a la agricultura comercial, tal como ocurre en Mexicali y San Luis Río Colorado.
El abandono llegó a tal grado que hace dos años desapareció la Financiera Rural, sin que fuera sustituida por otra institución de crédito. Ahora los productores no cuentan con ninguna fuente de crédito institucional, solo la Banca comercial y las llamadas empresas parafinancieras, que ponen condiciones leoninas a los habilitados.
Por si esto fuera poco, han pasado 22 días desde que inició el ciclo otoño-invierno, pero ninguna autoridad ha dado información certera de la cédula de cultivos para el otoño-invierno 2024-25.
Hoy en día los agricultores se enfrentan a la peor plaga, enfermedad y desastre natural. Así, todas juntas; se trata del abandono y menosprecio por parte de las autoridades.
El recién estrenado Secretario de Agricultura de la federación, Julio Berdegué Sacristán, no ha presentado hasta el momento ningún plan o estrategia para rescatar a los productores de granos básicos del país, especialmente de la región centro-norte de México. Por primera vez, los productores de trigo y algodón -además de otros cultivos- tienen incertidumbre total ante los que van a hacer en los próximos meses. Triste realidad la que viven los agricultores del valle de Mexicali.