En artículos anteriores hemos analizado a profundidad lo relacionado a la crisis económica y el abandono gubernamental que sufren los productores agropecuarios del valle de Mexicali. Salvo los horticultores, ningún otro giro agrícola se salva. Todos tienen problemas.
Es de suponer que al disminuir la superficie agrícola en el valle de Mexicali, la disponibilidad de agua no sería ningún problema para nuestra región, pero según las autoridades esto no es así. Ahora las llamadas “organizaciones sociales” están promoviendo que se autorice un decreto presidencial para quitar los permisos de siembra de aquellos agricultores que tengan más de dos ciclos agrícolas sin sembrar. Esta situación ha provocado mucho malestar entre los productores del campo, ya que ven en riesgo que se les arrebate de las manos lo único que tienen como patrimonio familiar: Su tierra y su agua.
Ante esta situación tan grave, la organización Producción y Progreso de Baja California A.C. está convocando a todos los productores agrícolas del valle de Mexicali a una reunión informativa en el edificio de la Pequeña Propiedad a las 13:00 horas mañana para tratar dos temas fundamentales: La cancelación total a la elaboración del documento para decreto presidencial y Contacto directo directo de productores con la Secretaría del Medio Ambiente para establecer mesas de trabajo sobre el tema del agua del valle de Mexicali.
Por lo visto, ahora el gobierno federal, a través de las “organizaciones sociales”, va por el agua destinada a la agricultura en nuestra región.
Cabe señalar que la zona agrícola de Mexicali tiene garantizado el suministro de agua a través de la Ley Federal de Aguas, pero a la vez por el Tratado Internacional de Límites y Aguas de México y Estados Unidos desde 1944.
La distribución del agua en el lado mexicano del Río Colorado registra los siguientes datos técnicos y oficiales: El volumen anual de asignación de agua superficial proveniente del Río Colorado es de 1 mil 850 millones de hm3, mientras que la porción mexicana del río tiene un volumen medio anual de escurrimiento natural de 12 mil 52 de hm3, lo que sumado al tratado binacional nos da un volumen total anual de 1 mil 862 millones de hm3.
Esta cantidad de agua se distribuye de la siguiente manera: Uso agrícola, para el riego de cultivos en el Distrito de Riego 14: 1 mil 645.04 hm3 (88.31 % del total superficial). Uso industrial: 65 ml 77 hm3 (3.53 % del total superficial).
Para uso público urbano, para el abastecimiento de centros de población: 16 mil 20 hm3 (0.87 % del total superficial). A estos volúmenes de agua habría que agregar el recurso que está en el subsuelo, es decir, en los mantos acuíferos, que hasta el momento ninguna autoridad ha informado los volúmenes contenidos; por lo menos no se ha hecho un estudio científico especializado, con supervisión internacional, para conocer con exactitud cuánta agua hay en el subsuelo.
La importancia que tiene el uso y manejo del agua debe ir mucho más allá de manifestaciones sociales-populares, que todos sabemos están mañosamente manipuladas con claros tintes políticos.