/ miércoles 20 de noviembre de 2024

El Muro / Por las calles de Mexicali

¿Cómo no nos dimos cuenta, si es tan obvio? Antes de tener su figura en un billete, en Mexicali veremos una calle o una colonia con el nombre de AMLO. Luego, llegado el momento, seremos testigos del adiós de López Mateos para darle la bienvenida al bulevar López Obrador. Pueden apostar.

Pero antes de ocurrir lo anterior, los próximos rebautizos a calles importantes de Mexicali serán con nombres asociados a la izquierda política mexicana y serán para mujeres, empezando con Rosario Ibarra de Piedra e Ifigenia Martínez. Por cierto, Marina tiene su calle, la que pasa frente al albergue Peregrino, pero no es en honor a la política cachanilla, aunque parezca, porque esa calle ya existía en la colonia Bella Vista.

Juan Salazar / La Voz de la Frontera

Alguien, quizá en un gesto de adulación hacia la entonces nueva alcaldesa, en el otoño del 2019 tomó el nombre de la calle Marina, una pequeña vialidad de barrio de tan solo dos cuadras, para renombrar el fragmento de la calle Ciudad Victoria, que va desde la calle San Carlos hasta la calzada De los Presidentes o vialidad Río Nuevo.

Bautizar calles por conveniencia política no es algo nuevo en la ciudad. Pero que sea una práctica común no significa que sea lo mejor. En 1915, para el presidente municipal Francisco L. Montejano, en su mensaje ante el Cabildo, solo los caudillos o benefactores de la humanidad tendrían derecho a que sus nombres fueran dignos de ser considerados para bautizar calles.

Bajo ese razonamiento, se aprobó cambiar de nombre, entre otras, a la calle Carbó para imponer el de Ignacio Altamirano, Teniente Guerrero sustituyó a Ramón Corral, la Ensenada pasó a llamarse General Zuazua (Periódico Oficial, 25 de agosto 1915). El 1 de julio de 1921, el alcalde Nemesio Chávez propuso y fue aprobado que la calle Porfirio Díaz se llamara Francisco I. Madero (Periódico Oficial, 10 de agosto de 1921).

Para mediados de los 90, los panistas consideraron necesario dejar su huella y su primer movimiento fue nombrar Manuel Gómez Morín a lo que por muchos años conocimos como el Periférico Oriente. Luego llegó Héctor Terán Terán para la antes carretera Unión y Macristy de Hermosillo.

Hoy se critica a los políticos por su ignorancia sobre la historia de Mexicali y la forma en que eso afecta los actos de sus gobiernos, pero todo apunta que ese ha sido el comportamiento normal.

Si hubieran tenido siempre en mente un proyecto de la ciudad hacia el futuro, habrían trabajado en fortalecer la identidad local.

Se pudo planear la nomenclatura honrando a nuestros pueblos originarios, a los Yumanos, también a los emprendedores que gracias a la canalización del Río Colorado, nos dieron el Mexicali que hoy conocemos, pero no, le dieron prioridad a la política.

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