El nuevo director de la Policía de Mexicali debe hacer público su plan de trabajo. Si acaso no tiene uno, debería elaborarlo no porque los planes sean milagrosos, sino porque permiten mantener el foco.
Claro, los ajustes sobre la marcha son válidos, la improvisación es útil, ya que los imponderables existen. Obedecer ciegamente un plan, no querer salirse de éste solo por dogmáticos, de mente cuadrada, necia, es casi igual de malo que trabajar sin una guía. La vida no es lineal, por lo tanto es impredecible.
Además, hacer público el plan, con objetivos, metas, plazos, abre la posibilidad de algo jamás visto en la ciudad: La participación espontánea de la sociedad. Así como está, la Policía sola no puede hacer mucho, tan solo reprimir en el ánimo de la prevención.
Si conociéramos el plan de trabajo, si fuera público, disponible en la red, como el de la policía de Los Ángeles (“Strategic plan 2023-2025”) o el de Londres (“2024-2027 strategic plan”), sería más probable que diversos sectores pudieran sumarse específicamente a alguno de los puntos de forma voluntaria o a invitación de la autoridad.
Por ejemplo, en estos primeros días de encargo el director ha mencionado algunos de los problemas de alto impacto como el caso del sur del Valle o la zona conocida como “Los Pueblas”. Pero esos no son los únicos pendientes, tampoco todo debe resolverlo él. No puede trabajar apagando incendios, el Cuerpo de Bomberos se cuece aparte.
Para empezar, la Policía cachanilla debe enfocarse en mejorar la formación de sus cuadros, en convertirla en una corporación digna de aspirar a pertenecer, al servicio de la comunidad, apoyada en resultados, no en palabrerías o discursos. Para ello primero debe ofrecer un salario digno, brindar seguridad social, incentivos, apoyo a la salud mental, para entonces sí exigir lealtad, honestidad. De igual forma, la Secretaría de Seguridad estatal, el resto de las policías en Baja California, la Fiscalía, también deben mostrar su plan de trabajo, uno sensato, apegado a nuestra realidad. Lo mismo las dependencias ligadas al bienestar de la persona, el DIF, Instituto de la Mujer, el deporte.
La descoordinación entre las corporaciones y entidades de gobierno, puede explicarse por la falta de un plan de trabajo bien hecho. Si cada quien supiera su tarea, en el plan para recuperar la tranquilidad no veríamos tantos problemas entre quienes se supone deben evitarnos los problemas.